Este relato
de Oscar Wilde trata de un fantasma, pero no es una típica historia de
fantasmas no.
A la finca
de Canterville se ha mudado una familia americana tras ser advertida por Lord
Canterville que hay un fantasma en él. Esto a la familia le da igual. El
fantasma intentará asustar a la familia por todos sus medios, pero la familia
no caerá en sus trucos.
Es una
historia divertida. Cierto que la descripción nos muestra los típicos clichés
de las historias de fantasmas, pero el tono burlón e inverosímil nos aleja de
las sensaciones que un relato de fantasmas ofrece.
El primer
encuentro que tiene un miembro de la familia con el fantasma es algo que nunca
esperas leer en estos temas. Lo normal es asustarse, no ofrecer ayuda…
He leído
críticas al libro por no ser fiel al género gótico. No creo que el objetivo de
Wilde fuese este. Sino parodiar o satirizar las historias de fantasmas. Así un
poco como hizo Jane Austen en la Abadía de Northanger. También critica el
materialismo de la familia. El fantasma se verá acechado por los productos
modernos, a los cuales no está acostumbrado.
Me ha
sorprendido por su fácil y rápida lectura. En menos de una hora se lee. Sin
duda, es un buen relato para divertirse dentro del mundo de los espectros.
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