lunes, 31 de julio de 2017

jueves, 27 de julio de 2017

Lacre y cuerda en la correspondencia.


Si ya de por sí es extraño recibir una carta manuscrita, que esté en un buen papel y adornada con lacre y cuerda, es practicamente inexistente.

El lacre se ha utilizado en las civilizaciones más antiguas, Mesopotamia, Roma... En la Edad Media se hizo muy popular y si bien su uso al principio era exclusivo de nobles y altos cargos, poco a poco se fue dando entre el resto de la población.
Su uso era cerrar o sellar las cartas y paquetes, así como documentos oficiales, tratados...

En la actualidad, el fin es decorar las cartas, pues los sobres de hoy día son adhesivos. No obstante, podemos encontrar sobres que no disponen de esa seguridad y hay que utilizar sí o sí lacre. El color más utilizado es un rojo oscuro, pero podemos encontrar practicamente de todos los colores.
Podemos encontrar lacre en papelerías especializadas, pero por norma general el surtido es muy limitado y su precio es alto. Si vas utilizar lacre de continuo, es mejor acudir a Ebay, es verdad que puede tardar un mes en llegar, pero 5 barras de lacre a 2€, cuando he visto en tiendas físicas una sola barra a 5€. Respecto al sello de lacre, ídem.


La cuerda también tenía la función de cerrar un paquete o carta. Envuelto el objeto, se rodeaba con la cuerda. Otra manera de decoración actual, pues en paquetería se usan precintos adhesivos y no cuerdas.No obstante, si se envía un paquete pequeño o sobre grande, queda muy elegante.

Documento oficial. El lacre declara ser oficial.

Sello de la familia VanGarret, de la película Sleepy Hollow




Este sobre verjurado de G. Lalo, no tiene un adhesivo bueno. La parte brillante es para chupar con la lengua, lo cual no es nada fiable. Por eso hay que utilizar lacre si queremos cerrar el sobre. Son sobres más caros y de mayor calidad, destinados a ser lacrados. Aunque por otro lado, si se quiere usar celo, pues se usa, pero bonito no quedará.

En la foto de abajo podemos observar el tipo de cuerda que se utiliza para este menester. Es fina y se puede encontrar en bastantes sitios, en papelerías especializadas, en tiendas de todo a cien, tiendas para hacer bisutería... También he visto en la cadena de tiendas Tiger.



Lo que yo hago es sujetar un extremo en el centro, cuidando que no se abra el sobre, y lo rodeo haciendo un pequeño nudo básico. De ahí parto para un lado pasando por detrás y regresando al centro. En este punto, sujeto la cuerda sin hacer otro nudo, pues si hacemos nudos grandes hay que utilizar más lacre y conforme se echa se va secando y no se puede sellar.
Es mejor esperar unos segundos antes de levantar el sello, pues si todavía no se ha enfriado podemos romperlo.



Cuidado con poner el sello de lacre torcido, como me pasó esa vez: la S está girada.

Aunque el remitente suele ponerse en el reverso, con este tipo de decoración, yo prefiero ponerlo en el anverso superior izquierda, de este modo el reverso solo está decorado.


Espero que os haya gustado y os sirva de idea. 

domingo, 23 de julio de 2017

Libro: Siempre hemos vivido en el castillo



Sinceramente, no sé qué decir. Hasta he pensado en no reseñar el libro, ya que poco tengo para aportar. Ni siquiera sé si me ha gustado. Es un libro raro, seguro que a muchos lectores les ha gustado y otros tantos lo aborrecen.
Hace tiempo leí comentarios sobre esta novela de Shirley Jackson, unos la calificaban de obra maestra, otros, no tanto...

Esperaba más, eso sí. No he sentido intriga alguna.

Merricat narra la novela. Vive con su hermana Constance y su tío Julián retirados en la casa familiar y sin contacto con otras personas, salvo alguna excepción. Como dice Merricat al inicio de la novela, llevan una vida normal y apacible, salvo por el hecho de que 6 años atrás, el resto de la familia murió envenenada y Constance, primera sospechosa al haber cocinado la cena que causó la muerte, fue absuelta por falta de pruebas.

Para empezar, la forma en la que Merricat, la hermana menor de 18 años , narra la novela, ya es una pista de lo que sucede y sucedió. De no ser por saber la edad, hubiese pensado que la joven es una niña. Lo que pasa es muy sencillo, parece muy inocente todo, pero eso es precisamente lo que debe producir terror, sus comportamientos cotidianos, las risas cómplices de las hermanas, los roles de cada uno.

El final es como si no hubiese final. Todo sigue igual. Repito de nuevo, el final no hace más que elevar la sensación de locura de las hermanas.

Es un libro que se lee muy rápido, no está de más probar a ver si se se encuentran esas sensaciones que yo no he sentido. De todos modos, si que leeré algo más de esta autora, le daré otra oportunidad.


miércoles, 19 de julio de 2017

Estilográfica TWSBI ECO

Cuando feliz con mi Faber Castel Loom valoraba yo en adquirir otra amiga, miré mucho esta pluma, pero acabé comprando una Lamy Vista, esa de la que todos tienen al menos un modelo y tanto gusta.

Cuando ya tengo más plumas que manos, y varias guardadas porque al principio muy bien, pero el encanto se va, he tenido que comprar otra pluma. Si lo he hecho, es porque tras adquirir un plumín itálico para mi Lamy Vista, he conocido el maravillosos mundo de estos puntos que embellecen la letra. Y ahora, quiero más. He estado dudando entre otra Safari con itálico 1.1, o esta que os presento aquí. Me decidí por esta porque es otra casa y modelo, siempre hay tiempo para otra Safari.

La pedí a una tienda online, y me llegó en menos de 24 horas. Genial. 
Así viene esta pluma, con una buena presentación:




La cajita de plástico me ha encantado. Al ser dura, para un viaje o si necesitamos transportar accesorios de nuestras estilográficas viene genial.
Trae dos papeles con instrucciones,  nos explican en inglés y chino (digo yo que es chino porque la casa es taiwanesa) acciones negativas que debemos evitar con la pluma y su uso correcto. Los dibujos son muy fáciles de entender, aunque yo tropecé con la herramienta roja... Me parece un gran detalle que incluyan junto a la estilográfica lubricante para el pistón en caso de que falle y una herramienta para abrir la pluma y limpiarla.






Nos indica que no limpiemos la estilográfica con alcohol para no dañarla. Sus materiales son resina blanca (en mi caso, está disponible en negra también) y transparente. Tiene detalles sobrios y elegantes de metal cromado y su plumín, dentro de la gama de estos precios (la adquirí por 35€), es de acero, también con unos grabados bonitos. 
El plumín está disponible en F, M, B y stub 1.1, un aspecto muy positivo tener tantos puntos para elegir. Eso sí, no son intercambiables. 
El capuchón, tiene grabado y en rojo, el logotipo de la marca en su color. 
Es una pluma resistente, concebida para el uso diario con gran capacidad al ser de pistón. Resulta ideal para llevarla a clase y no parar de tomar apuntes.






De tamaño, es muy similar a la Lamy Vista/Safari, eso sí, pesa mucho menos la Lamy. Pesa menos que la Faber Castell Loom y Pilot Urban y más que la Parker 45. En general, es ligera.



Lo que me gusta de las plumas demostrator es que podemos ver la tinta y saber cuánta nos queda. En la foto está cargada con Pelikan 4001 violeta, una de mis tintas favoritas.


La escritura que ofrece la pluma TWSBI ECO es suave y sin interrupciones, muy constante y no se seca si dejamos la pluma sin el capuchón (hablo de un tiempo prudencial, claro). Permite trazos rápidos (firmas) sin cortes de flujo, algo que con el itálico de mi Lamy no puedo.
Se adapta genial al tamaño de mi letra. Y otro punto a favor es que su flujo se mantiene perfecto en el papel verjurado. Digo esto porque con el itálico de Lamy, a veces se dan pequeños cortes, como si el plumín no se adaptase al papel.



Sin duda es una buena pluma respecto calidad precio, genial para su uso diario por capacidad y resistencia, así como el diseño moderno y cómodo. Muy recomendable. 


sábado, 15 de julio de 2017

Libro: Entrevista con el vampiro.


Es el primer libro de la saga Crónicas Vampíricas de la escritora Anne Rice.

Es muy conocida la película basada en la novela, protagonizada por Tom Cruise, Brad Pitt y Antonio Banderas.

Ahora que he leído el libro, hubiese deseado no haber visto antes la película. Cuando la vi desconocía que pertenecía a una novela y no he podido apreciarla, pues a cada página que leía, me venían fotogramas de la película.

Para quien desconozca la novela, trata de un vampiro que concede una entrevista a un joven. Le cuenta por qué se convirtió en vampiro y todo lo que conllevó. Habla de su compañero Lestat (segundo libro de la saga), y una variedad de sentimientos que experimenta. Aunque en él, no vamos a ver a un vampiro cruel, más bien, confuso creo yo, o perdido.

La he leído a desgana, debí haber parado, pero me da rabia no acabarlos y además, no es una novela que eche a atrás. Al final, me fu animando, pues coge fuerza.

No me ha gustado tanta unión entre la narración de Louis de su vida y las conversaciones con el entrevistador. Por lo demás, una naración clara y eso sí que me ha gustado, bastante descripción del ambiente, situaciones y de los sentimientos por cada época que Louis cuenta.

No continuaré con la saga, nunca lo he tenido en mente. Este era el único que tenía ganas de leer.




martes, 11 de julio de 2017

Libro: Chocolate





Chocolate, bombones, dulces, gominolas... Más vale tener a mano algo dulce en el momento de leer esta chocolateada novela. Yo me tuve que preparar un taza de chocolate con urgencia. Tanto hablar de chocolate.... 

A la mayoría nos sonará la película Chocolate. Una mujer (Juliette Binoche) y su hija que se mudan a un pequeño y tranquilo pueblo francés con habitantes muy tradicionales y abren una chocolatería. Pues esa película está basada en el libro Chocolate de Joanne Harris.

Es una novela sencilla y para la historia que cuenta, me parece larga. La trama principal es como Vianne y su hija Anouk viajan según sople el viento. Yo, sinceramente, no he acabado de entenderlo. Vianne y su madre fallecida viajaron siempre de ciudad a ciudad, pero Vianne ahora que es madre, prefiere no estar siempre huyendo del hombre negro ni cada vez que el viento sople.

Las subtramas son las vidas de los habitantes del pueblo, el cura, al que le pertenecen bastantes capítulos, una anciana, las mujeres del pueblo...

Vi la película hace ya muchos años, pero recuerdo lo bastante para que el libro no me haya aportado gran cosa. Cierto que la película es distinta, como todas las basadas en algún libro. Lo mejor si se ha visto la película, que la echan frecuentemente, es no leerlo. Y que lo diga yo... 

viernes, 7 de julio de 2017

Libro: El cuento número trece


Leí este libro hará un par de años, o más, no recuerdo. Lo tomé prestado en la biblioteca. Primero se lo leyó mi madre, le encantó, así que lo empecé con ganas. Esas ganas, no se habían creado con la reseña de mi madre, si no porque ese libro me había estado persiguiendo años atrás.

La primera vez que lo vi fue en un supermercado, me llamó la atención y leí la sinopsis. Debe ser maravilloso, pensé. Secretos, historias ocultas... ¿qué más se puede pedir? Cada vez que lo veía en alguna tienda leía la sinopsis. Algún día lo compraré, me decía.

Un día cualquiera, en una librería que conozco bien, ¡me dieron el señalador del libro! Me hizo mucha ilusión, sin duda debía leerme el libro. Por aquella época acudía bastante a la biblioteca, así pues, lo cogí y por fin leí El cuento número trece.

El pasado invierno, en la librería de siempre, vi el libro y me lo llevé a casa. Ahora ya puedo releerlo una y otra vez. Ya es mío.


De la primera lectura, destacaría el misterio por un secreto oculto, en la segunda, destaco la bella narración de la historia. Por eso me gusta releer, cada viaje es único y observamos aspectos que la primera vez nos pasan desapercibidos por la emoción de saber qué va a pasar.

Vida Winter es una afamada escritora que nunca ha desvelado su pasado. Cada vez que un periodista le pregunta, se lo inventa y por eso hay cientos de historias, todas ellas mentira. Ya enferma, pide a la joven Margaret, que escriba su biografía. Margaret es una apasionada de los libros, le encanta permanecer en la librería que dirige con su padre. Ambas, tienen algo en común, una pena que las dos arrastran.

¿Por qué El cuento número trece? Vida Winter escribió un libro de cuentos, originalmente había 13, pero se dejaron en 12. ¿Le contará a Margaret el número 13?

Estoy enamorada de este libro. En esta ocasión, he visto más allá del misterio, y he podido disfrutar de las magníficas palabras que conforman el libro. Palabras delicadas, duras también, muchos sentimientos, buenos y malos. Habla de los secretos que se guardan y que hacen daño. de la incomprensión, de amor, de la infancia y de hermanos.

Quizá me guste porque soy melliza y he compartido toda mi existencia con alguien, no lo sé. Pero se ha convertido en uno de mis libro de cabecera junto con Donde el corazón te lleve y El retrato de Dorian Grey.

lunes, 3 de julio de 2017

Libro: Los 10 negritos.



Una novela policíaca de 10, nunca mejor dicho. Tercer libro que leo de Agatha Christie y el que más me ha gustado. Desde el primer momento, la novela te engancha y no puedes para de leer. Al ser corta, el libro se devora rápidamente.


Diez personas son reunidas en una isla por un anfitrión el cual no aparece. Uno a uno, los invitados van siendo asesinados. Conforme se cometen los asesinatos, los aterrados invitados se dan cuenta de que el asesino es uno de ellos, ¿pero quién? Hasta el final del libro no se desvela el gran misterio.

La isla está en medio de la nada, hay un fuerte oleaje, tormenta... La ambientación perfecta para el misterio. Este elemento ayuda bastante a crear el halo de misterio que rodea la historia. A los personajes no se les llega a conocer a fondo, sobre todo a los primeros que son asesinados, pero este factor no impide disfrutar de ellos.

Es un clásico del que se han realizado varias películas. Tras leer el libro he visto una y como casi siempre, nada comparado con el libro.