sábado, 31 de agosto de 2019

Las Flores del Mal



Siempre me he sentido atraída por la poesía, aunque la mayor parte de las veces no la entiendo. Uno de los primeros poetas que leí fue Neruda, era como leer en chino. Bukowsky me gustó, su poesía es clara, sarcástica, pero muy repetitiva, se centra en alcohol y mujeres. Emiliy Dickinson me parece muy pasional y sus poemas muy enérgicos, pero no son nada claros. A Bécquer no le encuentro ninguna dificultad, fue el primer poeta que leí y me encanta. Coleridge sin más. Rayden es un poeta moderno y no hay dificultad en entender sus poemas, con los que es muy fácil identificarse y compartir opiniones.

El último libro de poesía que he leído es de Charles Baudelaire, Las Flores del Mal, que llevaba mucho tiempo en pendientes. Me han gustado bastantes poemas de este autor, aunque muchos otros me ha costado siglos descifrarlos. Esta edición de Austral nos aclara ciertos puntos de los poemas, lo cual es de agradecer, como palabras en latín o Diosas, por poner unos ejemplos.

En general me ha gustado, los poemas tratan diferentes temas o al menos a mí me lo ha parecido... La cadencia de las estrofas tiene buen ritmo, lo cual puede parecer tonto pero, eso nos puede hacer ver el poema de otra manera. No me imagino poemas de Emily Dickinson de estrofas largas, sería asfixiante, ¿verdad? El caso es que ha sido una lectura interesante, aunque mi favorito sigue siendo Bécquer.










sábado, 17 de agosto de 2019

Libro: La ridícula idea de no volver a verte



Después de leer La Carne, de la periodista y escritora Rosa Montero, con esa maravillosa prosa, me apunté varios libros suyos para leer, entre ellos este.

El título me llamó la atención, puede parecer que encierra una novela romántica sin más, pero esta novela trata de muchos sentimientos a parte de contarnos la vida de Marie Curie, científica que descubrió el radio.

La novela es una piscina en la que encontramos las etapas y sentimientos que todos vivimos en nuestra vida. Rosa Montero, con una prosa que me maravilla, escribe sobre amor, miedo, dolor, muerte, duelo y recuerdos. Por supuesto vemos todo esto retratado en la vida de Marie Curie. Esta mujer vivió una infancia difícil con las muertes de su hermana y madre y pasando por penurias económicas. Su ambición la llevó a no rendirse y luchar por su deseo de investigar. Se hizo un hueco en un mundo de científicos hombres y es la única mujer que ha ganado dos premios Nóbel (solo 4 personas han conseguido dos premios Nóbel).

Durante la novela conocemos la vida de Marie Curie pero también la de Rosa Montero, la autora de esta novela tan peculiar y bella. Rosa es viuda, como lo fue Marie Curie. Rosa nos cuenta su experiencia con el duelo y el recuerdo, reflexiona también sobre las etapas de la vida y sus sentimientos como he dicho antes.

Me ha gustado especialmente cuando recalca que la gente muere, y que los personajes siempre mueren, se vea o no reflejado en el libro. No recuerdo que libro era, pero Rosa dice que un libro le ayudó a no temer la muerte. Soy de esas personas a las que no les da miedo morir. No podemos hacer nada y es tontería preocuparse.

Por el contrario no comparto su opinión, y me ha extrañado que diga que hay que tener hijos para estar completo y crecer, que es triste no tener a nadie por quien morir. Supongo que lo habré entendido mal a pesar de releer esas lineas. Si habéis leído a Rosa Montero, así como entrevistas, esto no cuadra mucho...

En resumen, me ha parecido un libro muy interesante que nos ayuda a reflexionar sobre la vida, pasada, presente y futura. Es un libro de poco más de 200 páginas. Aun así, no es rápido de leer, o al menos eso piendo yo; es uno de esos libros que cada poco tiempo te paras a pensar y claro, abandonas unos minutos la lectura.
Los dos libros que he leído de Rosa me han gustado mucho, así que seguiré leyendo a esta autora.