sábado, 21 de diciembre de 2019

Libro: PERMAFROST



Me leí esta novela corta en una hora y pico; la cajita de chocolate contenía 18 piezas: quedaron la mitad.

En portada señalan que este libro es un thriller erótico. Parece que eso vende mucho actualmente. Me parece un insulto para este libro. No es un thriller, al menos a mí modo de ver, ni erótico. 

Esta novela es una delicia existencial, porque en existencial sí que estoy de acuerdo. Se habla de la vida, la muerte, las enfermedades mentales, tendencias suicidas, el cuerpo y el sexo (que se hable del sexo dista mucho de ser erótico).

Me ha parecido intimista y muy poético, con bellas imágenes, tal vez poéticas, y es que esta autora ha escrito poemarios, y esta es su primera novela. Sus primeros capítulos de hecho, es pura poesía.

La protagonista es una apasionada del arte, con tendencias suicidas y lesbiana. Recalco lesbiana porque no en muchos libros aparecen relaciones lésbicas y me gusta leer libros que lo plasmen y normalicen, porque es una realidad que poco se muestra en literatura, cine...

La protagonista nos cuenta su vida, de sus ideas sobre cómo suicidarse, de lo que le gusta el arte y literatura, de cómo comenzó a pensar en mujeres y lo que le gusta del sexo con ellas. También la manera en que se distancia del amor familiar y romántico, prefiere estar sola. El tema de la soledad me gusta, es un tema interesante. 

Reflexiona sobre todos estos aspectos de una forma cruda y sin censura. También lo que le rodea: una madre asfixiante y una hermana medicada perfecta. 

El final, me encanta. 


Este libro me recuerda a La carne, de Rosa Montero. Son distintos, pero ambos intimistas y la sensación post lectura la misma.