Parece que está de moda deshacernos de todo, que si no somos unos acaparadores egoístas e infelices. Y como un rebaño, la gente hace lo que un libro diga...
Todos sabemos, no hay que ser muy inteligente, que el hecho de acaparar porque sí, no nos va a hacer más felices. Pero eso no significa que tengamos que dejar de comprar lo que sí nos gusta.
Me encanta leer y compro libros. Podría bajarlos de internet, pero me los compro o los leo en la biblioteca. Todo legal. Y a mí tener libros por mi habitación no me agobia ni nada por el estilo, de hecho, me encanta.
Hace poco me comentaba un amigo en una carta que una biblioteca son los libros por leer, no los ya leídos. No estoy de acuerdo. Ahora mismo tengo en mis estanterías 7 libros que serán próximas lecturas. El resto ya los he leído, pero no los voy a tirar, son historias que me han gustado y quiero guardar para poder releer cuando quiera. ¿Quién se compra una camiseta y la tira tras un primer uso? Nadie.
No, no me parece delito guardar los libros que leo. Me parece estupendo que haya gente que los done o los venda si ya no quiere releerlos más o por el motivo que sea. Pero yo seguiré comprando libros y guardándolos en mis estanterías con todo el derecho del mundo.
Ayer me compré otro libro, sí, otro más.
