jueves, 23 de mayo de 2019

Podcast: Frankenstein

Desde hace años tenemos la suerte de poder escuchar programas de todo tipo en formato podcast (pódcast en español), ya sean noticias en profundidad o temáticas de deporte, belleza, cocina, ect. He estado escuchando un podcast maravilloso sobre Frankenstein, es en inglés y lo publicó la BBC. Para los que no entiendan el inglés, no hay subtítulos. Yo hay cosas que no he entendido, pero a nivel general creo que podremos escucharlo casi todos.

Podcast sobre Frankenstein.

Participan en el programa una profesora de literatura inglesa, un profesor de literatura romántica y otro de literatura victoriana y de comienzos del siglo XX.
Tratan la figura de la criatura, del científico y de lo que Mary Shelley nos quiso decir con esta obra tan emblemática. A mí me ha parecido especialmente curioso, cuando dicen que la criatura tiene sentimientos considerados femeninos, pues ya sabéis que la criatura va en busca de amor, pues su creador le ha abandonado.

Su duración es de casi una hora.


viernes, 17 de mayo de 2019

Libro: Érase una vez la taberna Swan




Este libro lo compré el mismo día que me enteré que Diane Setterfield había sacado otro libro. Fui a la papelería a comprar otras cosas y casualmente lo vi, y no me resistí (porque nunca lo hago).

Ya escribí hace tiempo la reseña de El cuento número trece, un libro que es uno de mis favoritos, una novela gótica llena de misterio, secretos y amor por los libros.

Dado que su primer libro me gustó tanto, no era mala opción leer el tercero. Diane tiene un segundo libro publicado (obviamente), El hombre que perseguía el tiempo.




Esta novela es como un cuento popular, de esos que tanto se cuentan en el Swan, la taberna que da título a la novela. Y es que a parte de la realidad, disfrutamos de algo de magia y fantasía.

Esta historia desarrolla subtramas que dan vida al libro y que también son las responsables de generar intriga. Los personajes viven intensamente dentro de la novela y nos metemos en la piel de cada uno de ellos, y es que todos narran la historia en algún momento.
 El señor Daunt trae a una niña inconsciente a la taberna. Los Vaughan, un matrimonio pudiente que busca a su hija desaparecida hace dos años. La familia Armstrong busca a su nieta mientras intentan resolver la situación con su hijo mayor, padre de la criatura. Rita, la enfermera y comadrona, observa, ayuda y reflexiona sobre su futuro. Y Lily White, una mujer que huye de su pasado.

Es un libro que tiene un ritmo lento, pero para nada aburrido. La prosa describe cada situación de forma casi mágica y nos envuelve con cada sentimiento que viven los personajes. La historia no tiene prisa por finalizar y resolver el misterio de las niñas. De hecho, nos cuenta la vida de todos sus protagonistas, qué les pasó y por qué entonces actúan así. De este modo nos habla de la importancia de la familia, del amor, dolor, duelo, perdón, respeto, rencor, odio.
El elemento mágico reside en El silencioso, un hombre que vive en el río y salva a quien todavía no le ha llegado la hora, y ayuda a morir a quien ya se le ha acabado el tiempo. 

Es una novela que me ha gustado mucho. Es para leerla tranquilamente y disfrutando del misterio que nos sirven en las primeras páginas, sin prisa por llegar al final. 








sábado, 11 de mayo de 2019

Vindicación de los derechos de las mujeres




Este ensayo pertenece a Mary Wollstonecraft y fue escrito a finales del siglo XVII,  se publicó en 1792. Mary Wollstonecraft fue una escritora y filósofa inglesa, que en plena Revolución Francesa luchaba por los derechos de la mujer.
Mary tuvo una infancia difícil, su padre pegaba a su madre y además era alcohólico, esto pudo ser un indicio de su lucha, a lo que se sumó el saber que las mujeres no podían ascender en el terreno laboral, a excepción claro de institutrices o sirviendo. Tampoco las ataduras del matrimonio la convencían, en su vida disfrutó de amantes y era clara defensora del poliamor. Solo se casó con Willliam Godwin para que su hija (Mary Shelley) no sería repudiada, aunque ya tenía por aquél entonces otra hija de otro amante. No quiero centrarme en su vida, porque hablaré de ello cuando publique la biografía de Mary madre e hija.

Este ensayo se divide en:
-Introducción
-Discusión acerca de la opinión preponderante de un carácter sexual.
-Continuación del mismo tema.
-Observaciones sobre el estado de degradación al que la mujer es reducida por varias causas.
-La moralidad, minada por nociones sexuales sobre la importancia de una buena reputación.
-De los efectos perniciosos que surgen de las distinciones innaturales establecidas en la sociedad.
-Sobre la educación nacional.
-Algunos ejemplos del desatino que genera la ignorancia de las mujeres; con reflexiones concluyentes sobre el perfeccionamiento moral que se podría esperar que produjera, de forma natural, una revolución en la conducta de las mujeres.

He creído conveniente poner los capítulos, pues así se aprecian mejor los puntos que trata el ensayo y porque bajo mi experiencia, que no soy de leer ensayos filosóficos, me aclaro mejor si me dividen el texto.

Este ensayo reflexiona sobre la degradación de la mujer, la mitad de la sociedad, el papel que se obliga a adoptar a las mujeres, lo positivo de educar de igual modo a toda la sociedad, y la moral y la "buena reputación".

Sinceramente, me ha parecido un poco repetitivo, aunque como digo, no estoy acostumbrada a leer ensayos. Aunque está escrito en otra época y hay problemas que ya están resueltos, como la educación, no deja de parecerme actual. Sobre todo en lo que implica al papel de madre y esposa.



A las mujeres desde su infancia se les dice, y se les enseña con el ejemplo de sus madres, que para obtener la protección del hombre basta un pequeño conocimiento de la debilidad humana, denominado de forma más preciosa astucia, suavidad de temperamento, aparente obediencia y una atención escrupulosa a una especie de decoro pueril; y si son hermosas, todo lo demás es innecesario, al menos durante 20 años de sus vidas.

Pero tanto Rousseau como la mayoría de escritores que han seguido sus pasos han insistido con vehemencia en que la educación de las mujeres debe dirigirse en su totalidad aun punto: hacerlas agradables.

El placer es el objeto de la vida de la mujer de acuerdo con la presente constitución de la sociedad y mientras continúe siendo así poco puede esperarse de seres tan débiles.

Lamento que las mujeres sean sistemáticamente degradadas al recibir atenciones triviales que los hombres creen viril prestar al sexo, cuando, de hecho, mantienen así de forma insultante su propia superioridad. No es condescendiente inclinarse ante un inferior. Tan ridículas, de hecho, me parecen estas ceremonias, que apenas soy capaz de controlar mi reacción cuando veo a un hombre recoger un pañuelo o cerrar una puerta, con entusiasta y seria solicitud, cuando la dama podría haberlo hecho sola con solo dar un paso o dos.

Las mujeres son obligadas a depender del hombre para toda comodidad.

No deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre sí mismas.

Mientras sean absolutamente dependientes de sus maridos serán astutas, mezquinas y egoístas, y los hombres que pueden ser gratificados con el cariño servil del spaniel no tienen mucha delicadeza, pues el amor no ha de ser comprado, en ningún sentido de la palabra; sus alas sedosas son marchitadas cuando se busca cualquier cosa distinta de la reciprocidad. 

De igual modo podrían perseguir profesiones de distintos tipos, si fueran educadas de una forma más metódica, lo que las podría salvar de la prostitución común y lega. Las mujeres no se casarían por sustento.

Los poco empleos abiertos a las mujeres, bien lejos de ser liberales, son serviles.

Hacedlas libres y pronto se volverán sabias y virtuosas, a la vez que los hombres lo serán más. Pues la mejora debe ser mutua, o la injusticia a la que una mitad de la raza humana  está obligada a someterse se volverá contra sus opresores.