Postales

En las zonas costeras, en el casco antiguo, en museos y en algunos pocos lugares más, como los estancos o tiendas de recuerdos, podemos encontrar todavía postales.

¿Quién envía postales hoy día? Su utilidad ha sido totalmente sustituida.

Cuando estas de vacaciones en otra ciudad, mandas fotos por el whatsapp a todos los grupos que tengas y ya todos se dan por enterados. Además de subir dichas imágenes a las redes sociales. ¿Quién entonces envía una postal que llegará cuando ya ha regresado?

En la época que no había Internet ni teléfonos, una carta o una tarjeta postal era la única forma de comunicarte con tu familia y amigos. Porque sí, esa época en la ni siquiera existían esas cabinas azules de Telefónica y solo algún hotel o restaurante (de lujo, claro), disponían de teléfonos fijos, fue realidad, me lo han contado.

Hoy su utilidad ha quedado reducida a una fotografía de recuerdo. Tal vez se apunte la fecha, se pegue en la nevera, o acabe en un cajón oscuro.

Seguro que a la mayoría nos haría ilusión recibir una. Pero nadie las manda.

Este verano, enviaré unas cuantas por tonto que les parezca a los destinatarios.