Hace unas semanas, sabiendo ya de nuevas medidas de confinamiento debido al COVID19 en Logroño, decidí hacerme con buenas provisiones de té; y ya de paso, comprar en una tienda de lujo.
Fortnum and Mason es una empresa que nació a comienzos del siglo XVIII en Piccadilly. Su enfoque es ofrecer productos de alta gama. Sus productos van desde las infusiones y accesorios hasta bebidas espirituosas y cestas para irte de picnic. No es una tienda barata que digamos.
Los tés que he comprado son prácticamente un mismo sabor. Uno es el clásico Earl Grey de toda la vida. Y el otro es el Victoria Grey, creado en honor a la reina Victoria; este blend lleva añadido anciano, lavanda y extracto de regaliz que lo diferencia del Earl Grey.
Dicho esto, son parecidos, pero es Victoria Grey tiene más fondo de sabores. Y también hay que decirlo, la caja es una maravilla; ambos envases están muy cuidados, es de esperar viniendo de esta casa. Con todo lo que me gusta a mí la época victoriana, en cuanto a historia, por supuesto, no podía no comprar esta caja que atesoraré con cariño.
Respecto al colador, el que tenía estaba ya un poco viejo y con mal aspecto. El colador que yo cogí era el más barato, 20€, pues los demás ya eran de plata y oro... y a mí de acero inoxidable ya me vale.
También es cierto que con este nuevo me he acostumbrado a limpiarlo al momento de echar el té, y no cuando acababa. Seguro que hay una gran diferencia.
El platillo no lo he comprado para dejar la bolsita de té, sino para apoyar las galletas o algún bizcochito que me quiera comer con el té o café.
Estimada Miss Winter,
ResponderEliminarMi nombre es Francisco Jesús. En primer lugar, me alegra ver que vuelve a publicar en el blog y le doy las gracias por contestar al comentario que le dejé hace unas semanas en la entrada anterior. Le escribo en esta entrada que es la última para asegurarme que la lea. Respecto a esta entrada, el Earl Grey es uno de mis favoritos, si bien siempre hay que buscar uno de calidad, no tiene necesariamente por qué ser caro, pero sí de calidad, porque si no, parece que uno está bebiendo colonia. Supongo que le habrá pasado alguna vez. Intentaré ser breve.
Descubrí su blog por casualidad hace aproximadamente año y medio, quizá más. Estaba buscando información sobre la marca de té Clipper y este blog tenía una entrada. Descubrí que este blog tenía algunas de las cosas que más me gustan: libros, literatura, té… Desde entonces he venido visitando su blog de forma periódica, unas veces más a menudo y otras menos (por falta de tiempo o porque me olvidaba), y he venido leyendo sus entradas. Nunca antes me había planteado dejarle un comentario pero hace unas semanas reflexioné al respecto y me decidí, de ahí el comentario que usted contestó.
Permítame que le diga que sus entradas me gustan mucho, independientemente del contenido: escribe y se expresa bien, va al grano, escribe de forma clara y precisa y ayuda mucho con sus reseñas literarias a decidirse a posibles lectores. Además, acompaña las entradas de fotografías, que ayudan bastante. Así que como yo, al igual que usted, mantengo correspondencia con algunos amigos (somos “rara avis”) me planteé hacerlo con usted. Soy filólogo, adoro la lectura y la literatura, he leído mucho sobre té (en el tema de las estilográficas, soy un simple aficionado y su blog me ha ayudado mucho a no maltratar mi pluma, usarla mejor y cuidarla más), así que había pensado que podría ser interesante compartir reflexiones y opiniones sobre libros, autores y demás. Entiendo y respeto su comentario anterior. Debió pensar que quién diablos es este anónimo que me escribe. No obstante le dejo mi correo electrónico por si alguna vez le parece enviarme algo. Ni que decir tiene que no voy dejando mi correo por ahí, es algo bastante excepcional. (franguardiacano@gmail.com). Si no, no pasa nada. Seguiré leyendo su blog y dejándole algún comentario que otro.
Gracias a su blog, en los últimos meses he venido reflexionando la idea de resucitar un blog que tuve que crear hace más de una década, pues se trataba de la herramienta de trabajo de una asignatura optativa en el último curso de la secundaria. Cuando ese curso acabó, me planteé usar el blog a manera del suyo y dedicarlo a recomendar lecturas, pelis o series. Pero los estudios absorbieron mi tiempo y lo abandoné. Yo no soy muy de redes sociales, pero usé Twitter para comentar lecturas, pelis y demás, hasta que hace unos años me cansé de la red social del pajarito, me quitaba bastante tiempo. Total, que si decido resucitar el blog, se lo haré saber, por si le apetece pasarse.
Por su culpa, en cuanto tenga tiempo compraré y leeré "El cuento número trece", pues usted lo vende muy bien. Y creo que puede convertirse en una gran lectura para mí. Me alegra que ambos hayamos disfrutado mucho con lecturas como "Frankenstein", "Diez negritos", "El perfume" o "Drácula". Yo también considero grandísimas obras "Macbeth" o "La señora Dalloway". Leí que estas lecturas no terminaron de convencerle. Le animo a que más adelante, con el tiempo, les dé una vuelta. Por ejemplo, la novela de Woolf, por su carácter vanguardista, resulta más complicada pero no deja de ser una gran lectura con la que se disfruta mucho y que supone casi un reto. Me atrevería a decir que uno no es el mismo antes y después de conocer la historia de Clarissa.
(Era el comentario tan largo que no me dejaba que que estuviera todo junto y he tenido que partirlo)
ResponderEliminarAcabo este largo comentario recomendándole yo en este caso una lectura. Como he leído que le gusta mucho todo lo que tenga que ver con Rusia, le animo a leer "El testigo invisible" de Carmen Posadas, si es que no la ha leído, claro. Es una novela anterior a la de Espido Freire que usted leyó (la tengo pendiente). Tratan la misma historia, o eso creo. La novela de Posadas es soberbia. Todos conocemos los hechos, pero está tan bien escrita, tan bien documentada… Seguro que disfruta. Gracias por su tiempo y perdón por tan largo comentario.
Fco. Jesús G.
Hola Francisco.
EliminarLo primero enhorabuena, has escrito el comentario más largo de este blog jeje.
Gracias por tus palabras, me alegra que te guste lo que escribo y cómo lo hago. No intento poner adornos ni hacer entradas extensas, al final es algo que podría escribir en un cuaderno, pero decidí publicar en la red no sé por qué, no pierdo nada y escribo cuándo y lo que quiero.
Hoy en día los blogs ya son como un anticuario, entran pocas personas. Ahora Instagram ha cogido el relevo a la mayoría de redes sociales, es un medio muy directo y reconozco que puedes conseguir información, opiniones, etc de manera muy rápida. Aun así los blogs tienen su encanto, como la dedicación. Así a lo tonto nadie te quita una hora para escribir una entrada, subir las fotos, etc. Por eso mismo escribo cuando me apetece y tampoco escribo sobre todo lo que leo, solo sobre lo que me apetece. Solo faltaría... Queda apuntada la novela de Carmen Posadas, además no he leído nada de esta autora.
Felices fiestas.