lunes, 4 de marzo de 2019

Libro: La maldición de Hill House


"Hill House es una casa...perturbada, quizá. Leprosa. Enferma. Cualquiera de los eufemismos populares para la locura; una casa trastornada es una bonita alusión."


Esta novela de suspense psicológico fue escrita en 1959 por la escritora Shirley Jackson.

Es una novela que se aparta de los fantasmas físicos, de sangre, vísceras, etc. Si es lo que se va buscando en esta novela, me temo entonces que no es la novela ideal.

Al ser una novela que no llega a 250 páginas, mi recomendación es leerla del tirón, para así poder meternos de lleno en la novela y estar bien concentrados para leer entre líneas. 

La novela trata de un experimento que se lleva a cabo en Hill House, una mansión enferma. El doctor Montague reune a cuatro personas en la casa para pasar unos días y observar sucesos paranormales. Los reunidos son Eleanor, la protagonista, Theodora, que ambas tuvieron relaciones con sucesos extraños en su infancia, y Luke, heredero de Hill House.

Eleanor estuvo mucho años cuidando de su madre y ve esta experiencia como lo que llevaba toda su vida esperando. Es una mujer tímida sin habilidades sociales, aunque tenaz. Eleanor narra gran parte de la novela, y es a través de ella que conocemos los sucesos que ocurren en Hill House. Es la pieza fundamental en la historia.

El ambiente de la novela es complejo, hay que relacionarlo de forma continua con Eleanor. Me ha parecido que en bastantes ocasiones, es complicado discernir entre la realidad y lo que Eleanor imagina. Por ello, me recuerda bastante a Siempre hemos vivido en el castillo, también de Shirley Jackson. En estas novelas hay que "mascar" la historia, y los personajes protegonistas, como Eleanor en Hill House, te hacen dar a vueltas y pensar qué realmente ocurre.

Para mí, la historia va de la locura de Eleanor. Personaje que me ha parecido infantil y a veces tedioso. Shirley deja bastante a la imaginación del lector, pues no aclara los sucesos y al final no sabes si son reales o la mente distorsionada de Eleanor. Luego dudas, ¿estaba ya Eleanor loca o ha sido por la casa? Y otras preguntas... También me parece, que el comportamiento aniñado de Eleanor es clave para pensar en su locura.

Por lo demás, en ningún momento me ha aburrido, aunque tampoco perturbado, la verdad. Si que me ha sorprendido un poco, que en alguna ocasión, la novela se volvía poética...

Sinceramente, este tipo de novelas no son las que más me gustan. Quiero releerla más pausadamente, así como Siempre hemos vivido en el castillo.






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