sábado, 14 de abril de 2018

Libro: Vestidas para un baile en la nieve.



Este libro es una revelación de la vida de las mujeres en los Gulag o campos de trabajo forzado.

No era una lotería que te castigasen yendo a un gulag, pues cualquier nimiedad valía como razón para enviar allí a las personas. Incluso si te denunciaba tu vecino porque sí para poder quedarse con tu piso. Pobres, ricos, famosos, médicos, artistas pasaron allí años, ya serían 2, 5 o 25 años realizando trabajos forzados.
Mismamente Dostoievski, escritor ruso del que he hablado en este blog en numerosas ocasiones, fue acusado por pertenecer a un grupo intelectual y condenado a 5 años de trabajo en Siberia; aunque esto sucedió a finales del siglo XIX, y este libro habla de la época de Stalin.

Hay muchos libros sobre el nazismo, pero menos y más desinformación sobre el comunismo soviético y todos sus fallecidos. Si las cifras de víctimas del nazismo son aterradoras, las causadas por el régimen soviético estalinista son bestiales. Y tampoco hay mucha información sobre los castigos que proporcionaba el régimen a los acusados y presos políticos.

Según Wikipedia (enlace), en la Segunda Guerra Mundial murieron entre 70 y 83 millones de personas. En la URSS murieron entre 19 y 34 millones, que fue el país más afectado, y después China entre 13 y 20 millones. Y poco se habla de las víctimas de ambos países, menos aún de China.
Si comparamos la URSS con Alemania:
URSS bajas civiles: 34.900.000 (desconozco si se refiere solo hasta el 45 o si cuenta hasta el 53, cuando murió Stalin, pues las campos de trabajo siguieron en marcha durante su mandato).
Alemania bajas civiles: 11.050.000
Respecto a soldados, no llega al doble de soldados rusos muertos respecto a los alemanes.



Monika Zgustova, escribió este libro para dar a conocer como era la vida de las mujeres que fueron víctimas de este régimen. Si ya hay desinformación en general, todavía más sobre mujeres. Por eso la autora se centró en mujeres.

El libro está formado por 9 mujeres que cuentan su historia. Su vida antes de la condena, el motivo de la misma, los años que pasaron allí, cómo era vivir en un campo de trabajo, y después, la vuelta a la vida, la libertad.

Al final del libro, aparecen fotografías de las mujeres protagonistas. Me parece muy acertado que las incluyan en el libro.

Estos pequeños relatos muestran que cualquiera podía ser acusado, daba igual que fueses médico o pobre, y si habían encarcelado a algún familiar tuyo, seguramente acabarías igual.
Cada historia es distinta, aunque similar a la vez.

Citas del libro:

"La mayoría de las personas que sobrevivieron eran personas con cultura. O dicho de otra manera: la cultura ayudó a la gente a sobrevivir".

"La amistad y la literatura fueron los dos refugios de las mujeres rusas desterradas".

"Nadie puede imaginarse lo que para los presos significaba un libro: ¡era la salvación! ¡Era la belleza, la libertad y la civilización en medio de la barbarie!"

"Comprendí que Lina Prokófiev (mujer del músico ) y su vida eran una metáfora de lo que fue el siglo XX: por un lado, la era de los grandes avances en los ámbitos artístico y científico, y por otra, la de la destrucción del hombre a manos de los totalitarismos".

"Y es que el gulag, precisamente por ser terrible, es enriquecedor. Se trata de una situación límite que te lo enseña todo sobre ti misma y sobre los que tienes a tu alrededor, sobre el ser humano. Estoy agradecida al destino por haberme mandado al gulag, por lo mucho que allí conocí y aprendí".

"Soy consciente de que algunas de mis compañeras de campo sostienen que su vida no habría sido tan plena sin la experiencia del gulag. Yo no estoy de acuerdo. Si pudiera volver a vivir mi vida, me habría gustado empezar la universidad a los 18 años y, al acabar los estudios, dedicarme al trabajo de lleno. El gulag fue una pérdida de tiempo, de salud y de energía. Los seres humanos estamos hechos para buscar la felicidad, la actividad que nos satisface, la belleza. Considerar el gulag imprescindible para aprender cosas sobre la vida me parece perverso, aunque entiendo por qué lo dicen: mis compañeras añoran las amistades que se estrechaban en el gulag. Sin embargo, en la vida en libertad también se puede disfrutar de grandes amistades. Creo que lo positivo que haya podido aportar a alguien la estancia en el gulag no compensa todo lo negativo. No, desde ningún punto de vista mi experiencia en el gulag valió la pena".




Cuando leo este tipo de historias reales o artículos sobre estos temas, siento una incomprensión tremenda. Qué cruel es el ser humano.





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