Tras la maravillosa lectura de Dime quién soy, quería leer más novelas de esta autora. Compré este libro y además también, Historia de un canalla.
Dispara yo ya estoy muerto comienza en Rusia y con la familia Zucker. Son judíos y eso marcará sus vidas. La familia Zucker conoce en Palestina a la familia musulmana Ziad y les unirá una gran amistad durante generaciones. Los conflictos entre judíos y árabes se agravan, ¿continuará entonces la amistad que consolidaron sus padres?
Para mí ha sido una novela interesante respecto a su desarrollo en Palestina. Jamás había leído nada ubicado principalmente en Oriente. Así que ha satisfecho mi curiosidad sobre ese territorio, las costumbres judías y musulmanas y el conflicto que les une.
Prácticamente todos los libros que he leído se han desarrollado en Europa o Estados Unidos, pero no por estas tierras tan castigadas por la guerra.
Este libro explica claramente el conflicto palestino-israelí. A través que pasan los años vemos el desarrollo de esta disputa vigente hoy día. Entendemos por qué se asentaron en Palestina los judíos, por qué los árabes comienzan a verlos como enemigos, el papel que juegan los turcos e ingleses, etc. Además también viajamos a Europa para observar la persecución a los judíos por parte de Hitler.
No solo es la historia de dos familias, sino de otras más, tanto judías como musulmanes. Es muy agradable ver como a pesar de tener distintas religiones, ideales políticos o costumbres, logran entre todos trabar una bonita amistad e incluso a veces, retar a los suyos por defender a sus amigos.
Es una novela densa, en mi edición casi 900. A pesar de ello, no es una novela aburrida. Es cierto que a veces se me hizo algo pesada por haber tantos personajes y alguna conversación banal. Pero para nada le quita valor a la novela. Mismamente, al haber tantos personajes, hay bastantes historias de las que somos presentes y hay dinamismo. Además cada uno tiene su personalidad y punto de vista, los personajes no son clones entre ellos, lo que es gran punto. La verdad es que es una novela muy emocionante y la intriga hace eco especialmente en los capítulos más difíciles.
El final me sorprendió. Pero no me gustó. Me parece que se ha metido con calzador y que no viene al caso, me resulta desacertado. Qué se le va a hacer.
La verdad que me ha costado no comparar esta novela con Dime quién soy. La historia de Amelia es tan sublime que esta no llega a su altura en mi humilde opinión. A pesar de sus diferencias, ambas novelas son duras, dramáticas y sus personajes tienen una vida muy complicada a la par que interesante. Merece la pena conocerles. Sin duda.
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