jueves, 27 de julio de 2017

Lacre y cuerda en la correspondencia.


Si ya de por sí es extraño recibir una carta manuscrita, que esté en un buen papel y adornada con lacre y cuerda, es practicamente inexistente.

El lacre se ha utilizado en las civilizaciones más antiguas, Mesopotamia, Roma... En la Edad Media se hizo muy popular y si bien su uso al principio era exclusivo de nobles y altos cargos, poco a poco se fue dando entre el resto de la población.
Su uso era cerrar o sellar las cartas y paquetes, así como documentos oficiales, tratados...

En la actualidad, el fin es decorar las cartas, pues los sobres de hoy día son adhesivos. No obstante, podemos encontrar sobres que no disponen de esa seguridad y hay que utilizar sí o sí lacre. El color más utilizado es un rojo oscuro, pero podemos encontrar practicamente de todos los colores.
Podemos encontrar lacre en papelerías especializadas, pero por norma general el surtido es muy limitado y su precio es alto. Si vas utilizar lacre de continuo, es mejor acudir a Ebay, es verdad que puede tardar un mes en llegar, pero 5 barras de lacre a 2€, cuando he visto en tiendas físicas una sola barra a 5€. Respecto al sello de lacre, ídem.


La cuerda también tenía la función de cerrar un paquete o carta. Envuelto el objeto, se rodeaba con la cuerda. Otra manera de decoración actual, pues en paquetería se usan precintos adhesivos y no cuerdas.No obstante, si se envía un paquete pequeño o sobre grande, queda muy elegante.

Documento oficial. El lacre declara ser oficial.

Sello de la familia VanGarret, de la película Sleepy Hollow




Este sobre verjurado de G. Lalo, no tiene un adhesivo bueno. La parte brillante es para chupar con la lengua, lo cual no es nada fiable. Por eso hay que utilizar lacre si queremos cerrar el sobre. Son sobres más caros y de mayor calidad, destinados a ser lacrados. Aunque por otro lado, si se quiere usar celo, pues se usa, pero bonito no quedará.

En la foto de abajo podemos observar el tipo de cuerda que se utiliza para este menester. Es fina y se puede encontrar en bastantes sitios, en papelerías especializadas, en tiendas de todo a cien, tiendas para hacer bisutería... También he visto en la cadena de tiendas Tiger.



Lo que yo hago es sujetar un extremo en el centro, cuidando que no se abra el sobre, y lo rodeo haciendo un pequeño nudo básico. De ahí parto para un lado pasando por detrás y regresando al centro. En este punto, sujeto la cuerda sin hacer otro nudo, pues si hacemos nudos grandes hay que utilizar más lacre y conforme se echa se va secando y no se puede sellar.
Es mejor esperar unos segundos antes de levantar el sello, pues si todavía no se ha enfriado podemos romperlo.



Cuidado con poner el sello de lacre torcido, como me pasó esa vez: la S está girada.

Aunque el remitente suele ponerse en el reverso, con este tipo de decoración, yo prefiero ponerlo en el anverso superior izquierda, de este modo el reverso solo está decorado.


Espero que os haya gustado y os sirva de idea. 

2 comentarios:

  1. La verdad es que el lacre viste mucho una carta. En mi caso compré uno de color acuamarina y un sello con varios dibujitos (un árbol y un par de tonterías más de cara a probar antes de decidirme a encargar uno con mis iniciales) y el resultado fue desastroso. De media docena de cartas que envié con el lacre, apenas una o dos llegaron lacradas. Parece ser que se desprendía.
    Lo de la cuerda siempre me ha parecido más curioso que decorativo, quizás porque retrae a mi memoria a los famosos "paquetes del pueblo" de mi infancia, cajas grandes cerradas con ese sistema, que contenían polvorones y similar, lo que siempre me resulta chocante en un sobre.

    Un saludo

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    1. Cierto es que muchas cartas me han llegado sin lacre pero con sus huellas, una pena.
      La cuerda no es habitual, así que sorprende, claro, y me gusta saber que mis destinatarios se emocionan al ver algo inusual. Aunque no es algo que utilice siempre.

      Gracias por comentar.
      Un saludo.

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