lunes, 12 de diciembre de 2016

Estilográficas: (supuestas) desventajas.




Bonito es hablar solo de las ventajas, pero sí, las estilográficas también disponen de (supuestas) desventajas para quién los aspectos positivos se tornan negativos.

-Las manchas de tinta.  Al rellenar la pluma o incluso si rozas tu piel con el plumín, puedes mancharte con la tinta. Si estás en casa o tienes a mano con que limpiarte, no es mayor problema, pero sí estás en una reunión, en el trabajo... puedes dar una mala imagen, al menos que claro, tus compañeros sean felices usuarios de plumas y no te miren mal, ¿quién tiene la mayor mancha de tinta? No obstante, mis manos y dedos suelen estar con manchas casi a diario y todavía no me han echado de ningún lugar.

-Su delicadeza.  Si un bolígrafo Bic se cae al suelo, no pasa nada, Si lo hace una estilográfica... bueno, como mínimo tendrás que limpiar la tinta que ha soltado por el golpe. Y eso si no se ha roto. No obstante, mi querida Faber Castell Loom se ha caído dos veces y está en perfecto estado.

-El fin de la tinta.  En eso que estás escribiendo y notas que el trazo se vuelve más fino, ¡justo ahora! Si tienes prisa, puede ser un incordio abrir la pluma, abrir el tintero, rellenar la pluma, mancharse, cerrar la pluma y guardar el tintero. Por esto, a parte de vigilar el nivel de tinta, podemos cargar la pluma si queda poca tinta antes de salir de casa o llevar un cartucho de repuesto.

-Rellenar la pluma. Se acaba el bolígrafo y coges otro, todo el mundo tiene varios. Pero si se acaba la tinta en la pluma, vas a tardar un poco más en seguir escribiendo... Y te vas a manchar, ¿o soy la única que se mancha?

Vamos con un par de ideas de Korvec:

-El precio de la estilográfica. Como en los comentarios ha dicho Korvec, no es lo mismo perder un bolígrafo que una pluma. Yo no tengo plumas "caras", pero no me gustaría nada perder ninguna aunque sea de 20 euros. Y ya no hablamos si Korvec pierde su Montblanc, se tiraría de los pelos, ¿no es así?

-Ser un bicho raro. Hay gente a la que no le importa ser el centro de atención, pero si no te gusta, puede ser un problema usar un objeto poco común hoy día. Lo más normal es que la gente pase, pero si empiezan a cuchichear no es agradable. Total, es una cosa que escribe, no es para tanto....
Hace unos días estaba yo escribiendo en un bar, esperando, y escuché a unas personas de mi edad sorprenderse por mi escritura. Por una parte pensé: bien, a ver si les pica la curiosidad, por otra parte: ¿ya vale no? No soy un personaje del pasado. No soy snob ni pija ni millonaria. Que por cierto, esto me sabe realmente mal, tenía un par de compañeras de clase, que decían que escribir con pluma es de ricos.... ¿?


Si esto te parecen desventajas, continúa con tu bolígrafo. 


5 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Perdón por la eliminación anterior, el corrector me jugó una mala pasada.

    Depende mucho de la pluma. No suelo macharme nunca (o casi nunca) al cambiar un cartucho, aunque al rellenar desde tintero ya sea una pluma de pistón, aerométrica o un simple convertidor… poco o mucho siempre termino manchado. También tiene que ver con la fluidez de la pieza y su estanqueidad una vez cerrada. Con las Platinum no suelo macharme por mucho que me mueva, pero hace poco me puse perdido yo y la página que pensaba escribir al retirar el capuchón de una Montblanc que soltó un enorme goterón supongo que producida por haber viajado en el bolsillo de mi chaqueta (que me quité y puse unas cuantas veces). Por ello de las tres plumas que suelo llevar en el estucho, siempre procuro que por lo menos una sea de cartucho (lo que me permite llevar puesto otro del revés en el cuerpo para su substitución rápida y limpia en el curro).
    Lo de terminarse la tinta en el momento más inoportuno me ocurrió hace poco en un café en el que estaba escribiendo una carta, donde se agotó la tinta en 2 de las 3 piezas, aunque la tercera de cartucho hubiera resuelto la situación con facilidad en el caso improbable de quedarse también sin tinta.
    En cuanto a caídas… se me han caído varias y no he tenido que lamentar ningún desperfecto de consideración. La más deteriorada es la Inoxcrom 77 que utilicé durante mi E.G.B. que si no la utilicé como dardo poco faltaría, rara vez fue limpiada en condiciones y sufrió auténticas barbaridades durante largas sesiones de escritura. Hoy día le falta un anillo y me parece que tiene el clip medio regular, pero aún podría escribir con ella.
    Para mí su mayor defecto, es que en el caso de que me desaparezca un bolígrafo (algo demasiado habitual trabajando en una oficina) no pasa nada, son baratos y fáciles de conseguir, mientras que si desaparece una de mis estilográficas (algo muy improbable ya que nadie más utiliza esos raros artefactos por allí) incluso una modesta Pilot Urban que suele ser una de mis plumas de batalla habituales… el resultado sería muy distinto.
    Otro defecto para las personas a las que no nos gusta ser el centro de atención, es que al utilizarlas en lugares públicos, a menudo uno termina viendo como los jovenzuelos le señalan con sorpresa como si fuera un ser anacrónico escapado de una de las puertas del ministerio del tiempo.
    Un saludo.

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    1. Muchas gracias por comentar Korvec.

      En mi caso, solo recuerdo una vez que la pluma soltase un goterón, y fue por haberla tenido un tiempo con el plumín hacia abajo. Por suerte, no las llevo en los bolsillos de la ropa, y las que llevo en el bolso no me han dado problemas. ¿Son muy fluidas las Montblanc?

      Ahora mismo no tengo ninguna pluma con cartucho, pero antes de salir de casa (siempre) miro el nivel de tinta. Donde más escribo es en mi casa, así que muy poca tinta tiene que tener para que se acabe mientras estoy fuera. Las veces que me ha pasado ha sido por no mirar el nivel. Es buena idea llevar un cartucho por si acaso.

      Una de mis Inoxcrom 77 está rota, parece que la versión moderna no dura tanto. He de decir que soy torpe.

      Gracias por esas ideas de "desventajas". Me había centrado más en las plumas en sí. Con tu permiso lo añadiré a la lista.

      Un saludo.

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  3. Montblanc solo tengo dos. Una (la Noblesse) quizás por ser "F" es generosa pero no demasiado fluida. La otra que ahora mismo no recuerdo el modelo (es un número en lugar de una palabra) es muy fluida y en caso de agitarla un poco suelta bastante. Es un placer escribir con ella, pero en la comodidad y quietud del hogar jejejejejeje.

    Hay varios modelos que utilizo con cartucho (la Inoxcrom Corinthian, Pilot urban, varias Jinhao de "baratillo") de otras dispongo cartuchos y convertidor según convenga como las Platinum y las Parker.

    En cuanto a lo de llamar la atención, hace un par de años me tocó volver a estudiar para sacarme un grado superior y era la única persona de toda la clase que escribía con pluma, aunque utilizando modelos discretos solo se dan cuenta los más próximos.

    En cuanto a perder una pluma... lo que más me preocuparía es perder modelos difíciles de conseguir hoy día o que tienen valor sentimental. Mis dos Montblanc son de segunda mano (la más cara me costó 150 euros). Creo que la más cara de mis plumas salió por 300 euros de segunda mano por ser un modelo exclusivo numerado NOS, pero también tengo otras que me han salido por menos de 10 euros (Jinhao) que escriben de forma decente y las utilizo como pluma prestable.

    Un saludo.

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    1. Entonces con esa Montblanc deberás tener mucho cuidado y no darle movimientos. Por eso luego están las plumas de batalla, las del día a día. Como la Pilot Urban que también mencionas, esa no falla nunca.

      Lo de llamar la atención, aunque nos moleste, es comprensible. Todos alguna vez hemos mirado a alguien.

      Claro, perder un objeto que ya no se comercializa es un problema porque no puedes comprarlo. Si sigue en venta, bueno, tal vez puedas comprarlo de nuevo.

      Gracias por comentar por Korvec.
      Un saludo.

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