Libro escrito por E. F. Benson, de la editorial Valdemar.
<< Estas historias - dice Benson - han sido escritas con la esperanza de proporcionar algunos agradables estremecimientos al lector, de modo que, si por ventura, alguien estuviera ocupando en su lectura la media hora anterior al momento de irse a la cama, cuando la noche y la casa permanecen en silencio, tal vez podría echar alguna mirada ocasional a las esquinas y zonas oscuras de la habitación donde se encuentra, para asegurarse de que nada inusual acecha en las sombras. Porque tal es el objetivo declarado de las historias de fantasmas, que tratan con las oscuras fuerzas de lo desconocido, y a veces - y de forma harto perturbadora - hacen que estas se manifiesten. Por esta razón, el autor desea a sus lectores unos pocos momentos de inquietud.>>
Tras esta breve lectura, uno piensa que se va a encontrar con sentimientos de miedo, intriga, desasosiego... Pero no, de nuevo he padecido la mala de suerte de leer unos relatos que ni sorprenden.
Cierto es, que los relatos son interesantes, bien construidos, buen ritmo, pero no he encontrado en su lectura ningún "estremecimiento", y eso que los leí todos durante varios días antes de irme a dormir, no obstante en ningún momento sentí inquietud, todo lo contrario, llegaba a alegrarme cuando acertaba el final del relato, lo cual no me gusta, prefiero totalmente que me sorprendan.
Algo que tampoco me ha gustado, es que parece que relato tras relato es el mismo. La causa es porque en todos los relatos, están el protagonista y su amigo como únicos partícipes principales de la historia, ellos la cuentan y la padecen.
Cabe mencionar, que estos relatos no se desarrollan en castillos o edificios en ruinas, es decir, los típicos escenarios donde suele recrearse el ambiente de terror, sino en casas normales, barrios soleados. El autor, Benson, nos quiere asustar dentro de la vida cotidiana, lo cual me parecería perfecto, si es que claro, supiese hacerlo. Quiero pensar, que los relatos han sido escritos para ser leídos a finales de la época victoriana y comienzos del siglo XX.
Si queréis pasar miedo, no os recomiendo este libro, ni tampoco Casas encantadas. De todos modos, por entretenimiento, están bien, y si queréis llevar el libro para leerlo en un cementerio, no creo que haya ningún problema.
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